lunes, 30 de agosto de 2010

Finde en Praga!











Finde en Pragaaaaa! El martes la familia me dio una noticia buenisima, se iban de nuevo el finde a Austria! Esta vez me lo dijeron con mas días para poder organizar algo con tranquilidad. Al final me fui con Laura y Ana a Praga. Helena, Berta, Andrea...se fueron para Berlin el jueves, y Jorge, Eloy y Jesus ya tenían pensando de antes irse a Estransburgo ya que habían cogido vacaciones. Así que nada, el miércoles quedé con Laura para tomar algo y estuvimos mirando el tema de horarios, hostales...El jueves quedamos para comprar los billetes de tren y reservar el albergue.
Salimos para Praga el viernes a las 17.00, sin ningun impedimento a excepcion de que a Ana la dejo plantada el bus de la empresa así que le tocó recorrerse todo el pueblo donde trabaja andando hasta llegar al S-bahn por lo que llego con 10 minutos de antelación! El viaje duró 6 horas, pero se pasaron rápida entre charlas, entrega de regalos (no dije que era el cumple de Laura), cabezazos, controles de billete y de policía...Además primero nos sentamos en la zona alemana con otras personas, pero uno de los revisores nos aviso que en tal estación nos teniamos que ir para la zona checa ya que donde estabamos se quedaba ahí, así que nos cambiamos antes de tiempo y encontramos un compartimento para nosotras solas. Reclinamos los asientos y echamos las cortinas para que nadie se metiera ahí. Fuimos las 3 tumbadas como reinas! haha.
Llegamos a las 23 a Praga y nos fuimos directos para albergue, y después de casi una hora conseguimos llegar. Una vez allí, nos dieron la sorpresa de que una tenía que dormir sola y que no se podía pagar con tarjeta de crédito! Por suerte, el de recepción nos permitió dejar euros de señal hasta el sábado que fuimos a cambiar dinero. Después de acoplar las cosas en la habitación, decidimos dar una vuelta, aunque no pudimos tomar nada porque no teníamos coronas! Menos mal que nos habíamos llevado sandwiches para cenar en el tren y tenía unas cookies...
El sábado cambiamos dinero después de desayunar, y nos fuimos para el punto de encuentro del tour gratuito en Español. Nos tocó un guía-actor, al principio gustaba, pero al final tanta sobreactuación cansaba y no quedaba natural.
Después nos ofrecieron el Tour del Castillo, y lo hicimos justo al acabar el otro. Casi nos matan de hambre, nos dijeron que tendriamos media hora al empezar y hasta las 4 no hicimos la pausa, estabamos hambrientos. Por suerte, la pausa fue al lado de un bar y de un mini supermercado, donde compramos todos para comer algo allí mismo. Nosotras nos compramos unos cuantos Semmel (panecillos), embutido, unos cruasanes de postre y Warfers, son ostias grandes típicas de República Checa. Tuvimos que comer rápidamente ya que continuaba el Tour, el cual terminamos a las 18.30, totalmente agotadas, yo personalmente, de llevar todo el día andando. Sacamos fuerza para comprar souvenirs, en varias de las cientos de tiendas que hay. Después de tanto ajetreo nos mereciamos una cena más decente así que nos sentamos a cenar a un italiano, y después dimos un paseo para ver las calles iluminadas, tomar un heladito, y como no, ver mas tiendas de souvenirs, las cuales cierran muy tarde!
Otra noche nuestro querido compañero de habitación llegó a las 4.30 de la mañana y se puso a roncar tan alegremente. También muy pronto se fueron las otras dos chicas con las que compartimos habitación las dos noches.
El domingo terminados de ver las cosas que nos faltaban. Primero subimos a la torre del reloj para disfrutar de las vistas, fuimos al puente de Carlos y bajamos para ver el muro de Lennon que resultó ser una pared grafiteada sin más...y bajamos para ver un edificio modernista que hace el efecto que se mueve. Para terminar, nos pasamos por un par de tiendas, comimos una salchicha típica de aquí, más parecida a una longaniza, y nos fuimos tranquilamente a buscar el equipaje para irnos a la estación. El tren de vuelta iba llenísimo! Conseguimos unos asientos en dos compartimentos hasta que llegamos a la parada que teniamos que pasar a la zona alemana. Bajamos ya que el primer vagón alemán estaba totalmente lleno, hasta con gente sentada en los pasillos, y nos volvimos a subir en uno de los primero donde por suerte no había tanto tapón de gente. El resto del viaje trancurrió sin altercados.
En resumen, fue un finde genial y de desconexión de bavaria!

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